Hoy no fui a trabajar, no pude ir, lo cual me hace sentir un poco “extraña”, ya que me acostumbré a levantarme temprano y llegar a la casa sucia y cansada, a pesar de eso me siento INMENSAMENTE satisfecha de todo lo que hemos logrado.
Hoy me he dedicado a indagar un poco más en esta difícil realidad, que poco a poco comienzo asumir. He leído y he visto documentales, los cuales hacen poner cada sentimiento a flor de piel. Muchos creen que todo terminó, no es así, para muchas familias esto recién comienza. Reconstruir poco a poco sus hogares, quizás muchas veces comenzar desde cero sus vidas.
Me sorprende lo unido que está el país con este triste acontecimiento, la solidaridad está más viva que nunca y eso es realmente valioso.
Somos pocos los jóvenes que aun no entramos a clases, y seguimos con tiempo libre para aportar con nuestro granito de arena en este arduo trabajo
Creí que mi corazón había superado este momento, pero hoy que estoy en casa me doy cuenta que no es así…
Al ver televisión puedo ver que detrás de una triste situación, existen otras peores, y eso duele muchísimo, es una angustia…creo que inexplicable.
Mi piel se tensa y escalofríos recorren por completo mi cuerpo. Comenzar a enfrentar todo esto es realmente increíble, la destrucción que puede causar la naturaleza, esta vez es indescriptible.
El panorama que existe desde la madrugada del 27 de febrero es desolador, ver tantas casas en el suelo, gente que perdió sus sueños de todo una vida y peor aun…quienes perdieron seres queridos. Por más difícil que parezca, muchísima fuerza, que saldrán adelante.
Me siento orgullosa de mi país, algo que jamás había sentido, estoy feliz de ser participe en este momento tan duro.
A pesar de ser una chilena común y corriente, es tanto lo que hemos logrado con mis compañeros voluntarios, que ayuda aliviar en parte mi dolor, o al menos lo neutraliza durante algunas horas. El recibir una sonrisa de las personas que ayudamos, el recordar esa frase tan linda que me estremeció por completo “son unos angelitos caídos del cielo” infinitas gracias por todo, acá somos nosotros quienes nos sentimos satisfechos por toda la confianza que nos brindan, gracias y cariños por montones.
PAULATINAMENTE SALDREMOS ADELANTE.
¡VIVA CHILE!
