jueves, 24 de diciembre de 2009

A mi gran amigo Sebastián Valencia



La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.

Sebastián Valencia Badilla, mi gran amigo, que al cielo partiste hace un par de años, el tiempo y la distancia no logra cambiar el amor que siento por ti. Hasta el momento no he logrado conocer a persona tan maravillosa como tú. Extraño tus sonrisas, tus bromas, tus abrazos, nuestras converzaciones. Esa personalidad tan explosiva. Amigo, no hay día en que abandones mi cabeza, menos mi corazón, seré fiel a tu amistad hasta la eternidad, aunque un maldito accidente nos haya separado, sé que algún día no muy lejano podre estar a tu lado nuevamente...aunque constantemente siento tu voz cerca de mi oido.
Contigo compartí cosas realmente importantes, me enseñaste el verdadero valor de la amistad, y no hay nadie que pueda reemplazar todo eso. Guardo tu espacio en mi corazón como un gran tesoro, te extraño más que nunca amigo, y lo sabes, jamás te olvidaré Sebita. Q.E.P.D angelito.



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