sábado, 12 de diciembre de 2009

Vivir en un mundo de ilusiones...


Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre: no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido.

Solo las ilusiones nos ayudan a vivir. Un hombre que supiese toda la verdad, debería sentarse al borde de un camino y llorar hasta la muerte.